EL PALACIO DE LOS DUQUES DE MEDINACELI, MONTILLA (CORDOBA)

Montilla es un municipio español de la provincia de Córdoba, en la comunidad autónoma de Andalucía. Se sitúa en la comarca de la Campiña Sur Cordobesa y es cabeza de partido judicial.Sus coordenadas geográficas son 37° 35′ N 4° 38′ O y se levanta a una altitud de 371 msnm, en pleno centro geográfico de Andalucía y a unos 45 km al sur de Córdoba, 115 al norte de Málaga y 130 al oeste de Sevilla.Su extensión es de 168,2 km² y en el año 2009 contaba con 23.840 habitantes, lo que supone una densidad de población de 141,73 hab/km².

Históricamente destaca por ser cuna de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, nacido en 1453 en el castillo cuyas ruinas presiden la ciudad, propiedad de su padre, Pedro Fernández de Córdoba, Señor de Aguilar.

Es famosa por la calidad de su uva Pedro Ximénez, de la que se elaboran los acreditados vinos de Montilla, y junto con la cercana Moriles y otras localidades cordobesas integra la comarca vitivinícola con Denominación de Origen Montilla-Moriles.

Desde la Calle Gran Capitán, y bajando al Llano del Palacio, encontramos el palacio de los duques de Medinaceli, levantado entre de los siglos XVI - XVII.

PALACIO DE MEDINACELI MONTILLA. DATOS TÉCNICOS

El Palacio completo está constituido por tres fincas catastrales diferentes, de las cuales se ofrecen en venta dos de ellas. Además se ofrecen en venta otras dos fincas catastrales anexas al Palacio que constituyen dos locales en Planta Baja de gran utilidad para cualquier proyecto que se desarrolle.

Hay redactado un Proyecto Básico de Rehabilitación del Palacio completo, que incluye las tres fincas del Palacio y las otras dos de los dos locales anexos.

El proyecto plantea una adaptación a Hotel y salones de eventos, y está aprobado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y por el Ayuntamiento de Montilla. 

Los datos de superficies según el proyecto aprobado son: 

La finca perteneciente al Palacio que queda fuera del objeto de esta subasta constituye tan sólo el 20 % de la superficie total del proyecto del Palacio, y es posible su adquisición fuera de esta subasta. Dicha finca tiene servidumbre de luces sobre las fincas en venta. El proyecto del Hotel planteado cuenta con un programa de 43 habitaciones dobles, unos 1.000 m2 de salones y patios para celebrar eventos, bodas y congresos, y una zona de spa. 

El valor de tasación del edificio, situado en pleno centro histórico de la localidad montillana se ha obtenido mediante el método del valor residual, restando al valor de tasación medio de la edificación residencial de nueva planta en la zona el coste aproximado de las obras de rehabilitación necesarias.

Con ello el valor de tasación obtenido es de 720 €/m2 construido.

El precio de salida ofrecido en la subasta se sitúa en 600 €/m2 construido.  

SUPERFICIE TOTAL DE LA PARCELA (m2)            1886,8

EDIFICABILIDAD TOTAL DEL PALACIO SEGÚN PROYECTO BÁSICO DE REHABILITACIÓN APROBADO (m2 construidos)

Superficie total construida:                                     3346,83             100%

Superficie total construida de la parte en venta:      2675,3                80%     

                                                     €/m2 construidos       €      Superficie en venta (m2)

PRECIO DE SALIDA:            600,00 €           1.605.180,00 €              2675,3

PRECIO DE TASACIÓN:         720,00 €             1.926.216,00 €              2675,3

Una vez demolido su castillo y residencia, en 1508, los duques de Priego y Medinaceli construyeron el palacio en el denominado Llano, es decir, en la parte baja del casco antiguo de la ciudad y a espaldas de la antigua villa, en dirección a Espejo.

 
Las obras se iniciaron en el siglo XVI, y de ellas destaca especialmente la hermosa fachada principal. Ofrece un sencillo pero monumental proyecto que todavía es deudor de la tradición manierista, aunque puede datarse en el siglo XVII. Sus dos cuerpos de sillería, bien proporcionados, tienen vanos rectos con marcos planos, que en el segundo piso corresponden a balcones. En un extremo se localiza una interesante portada - balcón, acompañada de pilastras acanaladas y fragmentos de frontones envolutados, además de motivos ornamentales como ristras de frutos o mascarones. Al otro extremo queda un pasadizo en arco de medio punto que comunica con el vecino  convento de Santa Clara. La fachada destaca por su piedra de color dorado.

INTRODUCCIÓN

Con el presente documento se pretende describir la relación de Montilla con los Duques de Medinaceli y con la casa Palacio que estos construyeron en dicha ciudad, así como algunas tradiciones religiosas que vinculan a los Duques tanto con el convento de Santa Clara de Montilla como con San Juan de Ávila, de quien su Santidad el Papa Benedicto XVI declaró Doctor de la Iglesia el pasado 7 de Octubre de 2012.

LA RELACIÓN DE MONTILLA CON LOS MEDINACELI.

Es en 1370, con Gonzalo Fernández de Córdoba, III Señor de Cañete, cuando los Fernández de Córdoba reciben el señorío de Aguilar de la Frontera. Así, fue conocida originariamente como Casa de Aguilar, y Gonzalo Fernández de Córdoba pasa a ser el I Señor de Aguilar. En 1371, Montilla adquiere independencia del término municipal de Aguilar de la Frontera y obtiene el título de villa, reforzando su población y configurando su territorio a lo largo del siglo XV mediante pleitos por los límites con los concejos colindantes de Cabra, La Rambla, Castro del Río, Montemayor y Espejo.

Bajo los Fernández de Córdoba, Montilla se convertirá en el centro del señorío de Aguilar, suplantando incluso a esta villa, y se preparará para su desarrollo económico del siglo XVI. Gonzalo Fernández de Córdoba y Aguilar, el Gran Capitán, es un gran exponente de esta Casa. Nació en Montilla en 1453 y murió en Loja en 1515. Fue el segundo hijo del matrimonio entre Pedro Fernández de Córdoba y Aguilar, V Señor de Aguilar, con Elvira de Herrera y Enríquez. Noble y militar español, duque de Santángelo, Terranova, Andría, Montalbo y Sessa. Participó, entre otras batallas, en la conquista del reino de Granada con los Reyes Católicos y en la conquista de Ostia bajo el papado de Alejandro VI.

Montilla experimentó un importante crecimiento demográfico durante la segunda mitad del siglo XV, alcanzando los 1.166 vecinos en 1530. Por lo que, después de Priego, a la que termina por suplantar, era la villa más poblada del marquesado de este nombre.

El marquesado de Priego es el título nobiliario hereditario del Reino de España que Fernando el Católico concedió el 9 de diciembre de 1501 a Pedro Fernández de Córdoba y Pacheco, VII Señor de Aguilar y X de la Casa y Estado de Córdoba. Este título figura entre los 25 Grandes de España.

Existen testimonios sobre el castillo de Montilla, cuyo origen parece remontarse a épocas anteriores a la Baja Edad Media, aunque apenas se conservan restos, ya que fue demolido por orden de Fernando el Católico en 1508 como ejemplar castigo impuesto al titular de la Casa de Aguilar, ya entonces primer marqués de Priego, y aviso al resto de la nobleza andaluza. Las noticias antiguas nos informan acerca de su suntuosidad y celebridad.

En 1630, Felipe IV de España concede a Montilla el título de ciudad. Por aquella época  los derechos señoriales suponen grandes beneficios para éstos y no pocos conflictos para con los vasallos. En 1711, ya bajo la Casa de Medinaceli, es cuando se reconoce el derecho de los vecinos para erigir libremente hornos y molinos. Dentro de aquel marco, el concejo municipal cumple funciones de  gobierno, justicia y regimiento de la villa,  para lo que dispone de ingresos devengados por el arrendamiento de sus propios.

En 1711 la Casa de Priego se incorporó a la Casa de Medinaceli, cuando Nicolás Fernández de Córdoba y de la Cerda, IX Marqués de Priego y VII de Montalbán, hijo de Mauricio Fernández de Córdoba, VIII Marqués de Priego, y de Feliche de la Cerda, sucedió a su tío Luis Francisco de la Cerda y Aragón, IX Duque de Medinaceli, muerto sin descendencia. Asimismo se incorporó la Casa de Feria, del linaje Figueroa, que ya se había unido a la de Priego en 1634.

El siglo XVIII supone una recuperación demográfica, sin cambios sustanciales en la estructura social, encabezada por los Duques de Medinaceli, seguida de algunas familias nobles, clero, campesinos y artesanos de los más variados gremios.

PALACIO DE MEDINACELI

Ya dijimos que el Castillo de la Casa de Aguilar fue demolido por Fernando el Católico en 1508 como castigo impuesto al titular de la Casa, el primer marqués de Priego. Una vez demolido su Castillo, los marqueses de Priego levantaron este  palacio conocido como Palacio de  los Duques de Medinaceli, en la parte baja del casco antiguo de la ciudad.

Edificio renacentista, en él se hicieron obras desde el siglo XVI en adelante, y de ellas destaca la hermosa fachada principal que asoma al citado llano. Ofrece un sencillo pero monumental proyecto, que todavía es deudor de la tradición manierista. Es en el siglo XVIII, al incorporarse la Casa de Priego a la de Medinaceli, cuando el Palacio de Montilla pasó a pertenecer a los Duques de Medinaceli. 

Sus dos cuerpos de sillería, muy bien proporcionados, tienen vanos rectos con marcos planos, que en el segundo piso corresponden a balcones. En un extremo se localiza una interesantísima portada-balcón acompañada de pilastras acanaladas y fragmentos de frontones envolutados, además de motivos ornamentales como ristras de frutos o mascarones. Dos escudos flanquean esta portada-balcón. En la fotografía de detalle, se puede apreciar cómo el de la izquierda es el escudo nobiliario fruto de la unión entre el Marquesado de Priego y la Casa de Feria.

Al otro extremo queda un pasadizo en arco de medio punto. Este arco comunicaba el Palacio de los Duques de Medinaceli de Montilla con su Capilla privada en el Convento de Santa Clara. Arco conocido como de Santa Clara, fue rehabilitado en el año 2010. 

CONVENTO DE SANTA CLARA Y SU RELACIÓN CON EL PALACIO DE MEDINACELI.

Declarado Monumento Histórico Nacional, fue edificado por mandato del primer marqués de Priego, Don Pedro Fernández de Córdoba, y establecido en las inmediaciones del palacio de dicha familia. Terminado en 1512, su destino inicial fue un convento de franciscanos, tal y como Don Pedro hizo en otras villas de su Estado. A partir de 1525 pasó a convertirse en el convento de Santa Clara de la rama femenina de la Orden. Creado por María Jesús de Luna, una de las hijas de dicho marqués. Doña María Jesús, tras concederle el oportuno permiso su hermana Catalina Fernández de Córdoba (como heredera del mayorazgo), optó por la vida monástica. Después de la estancia en el noviciado de Andújar, regresó a Montilla con ocho religiosas y junto a tres profesas más, entre las que se encontraba su hermana Isabel. Así, a partir de 1525 se constituyó esta primitiva comunidad.

Igualmente, la Condesa de Feria, Doña Ana de la Cruz, hija del primer Duque de Arcos de la Frontera, tomó el hábito de monja clarisa en el convento de Montilla en el año 1552. Doña Ana de la Cruz, se casó a los 14 años de edad (1541) con el cuarto Conde de Feria, Don Pedro Fernández de Córdoba y Figueroa, hijo de la Marquesa de Priego y primogénito y heredero de la Casa de Aguilar. Viuda desde 1552, fue guiada y orientada por el maestro San Juan de Ávila, ejerció una vida religiosa ejemplar. Murió con fama de santidad en 1601.

El convento y la Iglesia de Santa Clara es el conjunto artístico más importante de Montilla, no sólo por su traza arquitectónica, sino por la riqueza que guarda en su interior. Se trata de una construcción cerrada al exterior. Sólo hay tres puertas, y una de ellas da al patio de entrada, desde donde se accede a la iglesia, al torno y al locutorio. 

Por todo el convento hay pequeños oratorios y capillas profusamente decoradas, destacando la del Padre de Familias y la Celda oratorio de la Condesa de Feria. Su fachada exterior, junto al Arco del Palacio de los Duques de Medinaceli, es uno de los rincones más bellos de Montilla.

En las siguientes fotografías se muestra la evolución de la fachada posterior del Palacio de Medinaceli, hasta su restauración en el año 2010. Dicha fachada, comunica por el corredor que está encima del arco con el convento de Santa Clara, del que se aprecia la puerta de entrada en la tercera fotografía.

Actualmente vive en el Convento una comunidad de religiosas clarisas. Desde Septiembre de 2010 esta comunidad de Santa Clara ha abierto las puertas de una zona del convento que podrá ser visitada por quienes muestren interés en conocer el arte y la historia que han permanecido durante más de cuatro siglos tras los muros de este edificio, considerado como una de las joyas más importantes del patrimonio conventual andaluz. Para ello, se ha fijado un itinerario que recorrerán grupos pequeños y guiados por las mismas religiosas. La visita se inicia en la antesacristía y sacristía vieja, desde donde se accede a la sala de los Frailes, celda y oratorio de la Condesa de Feria, Claustro principal, sala capitular y coro alto. A lo largo del recorrido se muestran obras de gran valor pertenecientes al período de los siglos XVI al XIX.

CASA ORATORIO DE SAN JUAN DE ÁVILA Y SU RELACIÓN CON EL PALACIO DE MEDINACELI.

La casa-oratorio  donde vivió,  escribió y murió en 1569 el Maestro y  Santo Juan de Ávila, se encuentra próxima  al Palacio de Medinaceli y fue cedida por la condesa doña Catalina para habitarla ante la negativa del religioso a vivir en Palacio. Conserva el aspecto original de las casas de la época. Una modesta  vivienda del siglo XVI creada en 1547 por  los marqueses de Priego, a la que más  tarde se le adosaría la ermita de la Virgen  de la Paz.