GARNELO Y ALDA, José Santiago (Enguera, Valencia, 1866 – Montilla, Córdoba, 1944).

José Garnelo fue un pintor muy conocido en su faceta de maestro de pintores y de académico. En su obra, se le valora sobre todo por sus composiciones de pintura histórica y las de temática religiosa. Estudió en Montilla y en Cabra, y comenzó la carrera de Filosofía y Letras para ingresar, sin terminarla, en la Escuela Superior de Bellas Artes de esta ciudad en 1883. Acabó sus estudios en pintura en 1885, y ya en estos años su trabajo se vio reconocido con diferentes galardones. Al acabar, se trasladó a Madrid. Se matriculó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde fue un destacado discípulo de Castro Plasencia. En esta ciudad también estudió con Carlos Luis de Rivera y Dióscoro Puebla, por ejemplo. Nuevos premios reconocen su trabajo (como la Medalla de Colorido en el curso 1885-86) antes de irse becado a Roma en 1888. Se va a la capital italiana con Joaquín Sorolla, José Villegas Cordero y su hermano Manuel, etc. En 1893 fue nombrado profesor de la Escuela de Bellas Artes de Zaragoza y Académico de número en la Escuela Provincial de esta ciudad. Dos años después, pasa a la Escuela de Bellas Artes de Cádiz, y luego a la de Barcelona, donde fue profesor de alumnos como Picasso. Ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid en 1912, y tres años después recibió el cargo de subdirector del Museo del Prado. Desde 1936 dirigió la Academia Española de Roma.

Su trabajo se vio valorado con dos Segundas Medalla en las Exposicies Nacionales de Bellas Artes de Madrid de 1877 y 1890, logrando la primera en la de 1892; gana el certamen organizado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid en 1894; una mención de honor en el Salón de París de 1896; una Medalla de Oro en la Exposición Nacional, en Valencia, en 1910; etc.

Su obra se caracteriza por la gran cantidad de influencias que muestra, tanto de los trabajos más tradicionales como de las vanguardias de su época (como el impresionismo). Sin embargo, siempre se mantuvo apegado al naturalismo. Sus composiciones, muy cuidadas, el colorido que emplea, y el movimiento de sus obras son también particulares, y responden en parte a su costumbre de pintar en su taller, de memoria.

En cuanto a sus exposiciones, realizó muchas por distintas ciudades españolas (Madrid, Barcelona, Córdoba, Sevilla…). En Europa también se pudo ver su trabajo en ciudades como París, Londres o Berlín, por ejemplo. También expuso en Chicago.

Conservan su obra numerosas colecciones privadas e instituciones como el Museo de Valencia, el Museo de Bellas Artes de Sevilla, el Palacio de Aranjuez de Madrid, el Museo Naval de Madrid, el Museo Garnelo de Montilla, etc.