ESCUELA ESPAÑOLA S. XIX

Retrato de infanta presentada de medio cuerpo en primer plano, sobre un fondo neutro y oscuro. La niña viste un vestido blanco de mangas abullonadas y escote recto ornamentado con volantes de encaje. Cruza su pecho la banda blanca y azul de la Orden de Carlos III, y lleva pendientes, collar de perlas y un rico brazalete, a la moda de finales del siglo XVIII y principios del XX. El modelo de retrato infantil recuerda a la pintura de José de Madrazo “La reina Isabel II niña, abrazando una paloma”, pintada hacia 1834 y actualmente conservada en una colección particular. En dicho lienzo, la pequeña soberana está también retratada de medio cuerpo, mirando directamente al espectador, con un traje de mangas cortas abullonadas y escote recto. Sin embargo, varía la fisonomía -la reina de niña era rubia, y de ojos azules-, y también la forma de presentar al personaje. Aunque en este ejemplo la niña porte la banda de la Orden de Carlos III, orden militar establecida por dicho monarca y cuyo máximo representante es el rey de España, la pintura de Madrazo sigue el esquema de retrato oficial: tras la niña aparece una mesa con la corona y el cetro reales, símbolos de majestad.

El que aquí presentamos es, pues, un retrato oficial, no de una reina niña sino de una infanta, a juzgar por la falta de elementos simbólicos de carácter monárquico. Como en otros retratos de representación de la misma época, la modelo mira serena al frente, con la boca cerrada en media sonrisa, ricamente vestida y enjoyada. El pintor ha prestado una especial atención a la plasmación de las calidades de las telas y alhajas, buscando reflejarlas con fidelidad y riqueza ornamental.